viernes, enero 29, 2010

Acantilados de papel 277: Dulcísimas hebras de oro


FICHA:
DULCÍSIMAS HEBRAS DE ORO

de Jesús Cánovas
Edita: Tres Fronteras Ediciones
Murcia, septiembre de 2009
Género: Relatos
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-7564-518-6
72 páginas. 3 euros.
Página del libro.


COMENTARIO.
Por insospechados caprichos del destino lector, coincidencias de agenda u otros designios inexcrutables, hacía poco que había terminado de leer “Las grietas del infierno”, de Rubén Castillo, cuando me dispuse a disfrutar de este breve libro de siete relatos, y nada más comenzar el primero, que da título al libro, sonreí y pensé que los profesores eran unos pillines: “soy enamoradizo, y es verdad, especialmente con mis discípulas, ellas me cautivan, ¡están en esa edad tan tierna de la adolescencia!”, que me trajo recuerdos del primer capítulo de la citada novela, sobre todo cuando más adelante leí “no le sorprenderá que al final del curso las apruebe o suspenda en razón de su belleza”, claro que el narrador del cuento no puede ni imaginarse en ese momento el destino hacia el que le llevarán las dulcísimas hebras de oro.

Hay un hilo conductor en los diferentes relatos, no sé si es el estar contados en primera persona, la belleza, el deleite que ésta produce en el narrador, o el saber que nunca se podrá alcanzar, sea por las barreras que sea. Y, en efecto, en el siguiente relato, La duda que me asalta, nuevamente la belleza: “¡qué bella! Si la belleza tiene un nombre, ése es el tuyo”, aquí veremos que las barreras son muy tangibles: un marido, una esposa, seis hijos de un matrimonio, tres del otro, para que el narrador siga dudando, preguntándose, qué significan todos esos personajes en la “unidad esencial, perfecta y sin mácula” que él sueña, mientras aguarda el amanecer.

Jesús Cánovas utiliza paisajes muy conocidos, por él y por el posible lector de esta colección, y en dos de ellos, al menos, está presente El Corte Inglés, que, por otro lado, tras abrir nuevos centros en Murcia y alrededores, incrementa su presencia en la sociedad murciana. En Fragmentos de un cuaderno inacabado nos presenta a un personaje solitario, que clama por tener un amigo: “¡Dios, lo que hubiera dado por tener amigos, por tener un solo amigo!, para, acto seguido, hacernos saber que aquello es lo que está leyendo el personaje, es un cuento dentro de un cuento, recurso que volverá a utilizar en otro posterior relato, solo que aquí, y en este, habrá una moraleja final que nos hará reir, como ese momento en que exclama en narrador dentro de la narración: ¡Tanto culo peyéndose por este Corte Inglés!”.

Y si Martín había cogido de la basura unos folios par calmar su curiosidad, en Talismán, será Mari Luz quien tire unos folios, donde estaba escrita una original, e inutil, forma de declarar el amor a una mujer.

No diré “En vuestros muertos”, como la última frase del último relato de este libro, sino que Rubén Castillo, Gonzalo Gómez y Jesús Cánovas me han convertido en un seguidor de La Biblioteca del Tranvía.


EL AUTOR.
Nacido en Hellín (Albacete) en 1956. Estudió en la Universidad Complutense de Madrid en donde se licenció en Filosofía Pura. Profesor de Filosofía, ha ejercido la docencia en centros de Ronda (Málaga), Águilas y Murcia. Ha participado en numerosas actividades literarias, tertulias, recitales, presentaciones y conferencias. Cofundador de los grupos literarios “Ateneo aguileño de las artes y las letras”, Águilas, y de “Espartaria de poesía”, Lorca. Pertenece a la asociación Taller de arte gramático, Murcia.

Ha publicado A la desnuda vida creciente de la nada, 1989; Kyrie eleison, 1994; Estridularia, 1999; La luz Herida, 1999; Fanal de la aventura, 2000; Transluminaciones y presencias, 2005, todas ellas poesía; y Dulcísimas hebras de oro, 2009, relatos. Además ha aparecido en una veintena de antologías de poesía y en otros títulos colectivos de poesía y narrativa.

Sus poemas, relatos, reseñas y ensayos han sido publicados en otra veintena de revistas, regionales, nacionales e internacionales, destacando entre ellas la revista de creación literaria Baquiana.

1 comentario:

Poeta Carlos Gargallo dijo...

He tenido el placer de leer estas dulcísimas hebras y, en verdad, son de oro puro, felicidades.
Un abrazo